lunes, 13 de octubre de 2014

Alumnos destacados por su asistencia a clases

    

"Kyokuyama Chile Karate-Do Organization"


En Kyokuyama Chile:
Valoramos a los siguientes alumnos, por su disciplina y asistencia a clases.

Barbara Barra.
Monserrat Vera.
Sebastian Vigueras.
Gabriel Vigueras.
Sebastian Vera.
Joshua Rebolledo.



Joshue Correa.
Martina Klapp.

INT' KYOKUYAMA KARATE-DO ORGANIZATION


miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA PALABRA OSSU


La palabra Ossu se utiliza en muchas situaciones y parece significar muchas cosas. Ossu es una contracción de dos palabras japonesas: La primera, Oshi, significa literalmente "empujar", simbolizando el espíritu de combate, la importancia del esfuerzo y el afrontar todos los obstáculos, empujándolos lejos, con una actitud positiva y decidida. La segunda palabra es Shinobu, que significa "soportar, resistir o sufrir", lo que expresa el coraje y el espíritu de perseverancia; sufrir el dolor y resistir la depresión con paciencia y sin rendirse, manteniendo siempre la moral alta.

La palabra resultante es Osu o también Ossu, que se pronuncia "Oss" y significaría literalmente algo así como "empujar y resistir" o "empujar la resistencia", o incluso "empujar el sufrimiento", lo cual significa paciencia, determinación y perseverancia. Cada vez que decimos "Ossu", recordamos esto. El Ossu debe ser siempre realizado desde el bajo abdomen, acompañado de un saludo ejecutado adecuadamente, mostrando respeto, simpatía y confianza hacia la otra parte.

El entrenamiento de Kyokuyama (karate estilo kyokushin) es muy exigente. Se empuja uno a sí mismo hasta que se alcance el límite. Primero el cuerpo quiere detenerse, pero la mente te mantiene empujándote. Entonces la mente quiere detenerse, pero el espíritu te mantiene adelante. Se soporta el dolor. Se persevera. Eso es Ossu. 



El Karate necesita varios años de duro y constante entrenamiento para aprender correctamente los fundamentos. Las técnicas básicas se realizan miles de veces hasta que se hacen por reflejo o instinto, sin pensamiento consciente. Es fácil quedar frustrado al hacer lo mismo una y otra vez, especialmente cuando el progreso parece ser lento. Para superar esa frustración y continuar entrenando es necesario tener paciencia y determinación. Eso es Ossu.



Por ello, la palabra Ossu es sinónimo de perseverancia y abnegación, siendo el fundamento del Karate. Así Ossu implica la fuerza de voluntad necesaria para resistir hasta el límite, es como una llamada al interior de uno mismo para aguantar, luchar y superar de este modo las debilidades de la condición humana. 

Ossu es cultivar y fomentar la perseverancia en todo momento, en cada instante, proponiéndose pequeños desafíos, como una flexión más u otra sentadilla antes de parar. Así el entrenamiento tiene como principio vital el desafío a uno mismo. Lo único que se requiere es empeño, esfuerzo. Aunque una persona posea talento natural, no podrá destacar sin esfuerzo. Por otra parte, si a uno le falta ese talento natural pero posee fuerza de voluntad, progresará por medio de un esfuerzo constante en los entrenamientos. Esto se puede aplicar a cualquier otro aspecto de la vida. Con empeño y voluntad de seguir luchando, el interior de uno se vuelve más receptivo, así el que tiene perseverancia carece de egoísmo.


martes, 22 de julio de 2014

Masutatsu Ōyama

Sosai Masutatsu Oyama

Biografía


Nació en el 12 de julio de 1923 en Wa-Ryong-Ri Yong-chi-Myon Chul Na Do, Corea del Sur. Su nombre de nacimiento Choi Young-Eui (최영의), pero cuando emigró a Japón adopto el nombre japonés Oyama Masutatsu (大山 倍達), que es una transliteración de 'Baedal' (倍達). 'Baedal' fue un antiguo reino coreano conocido en Japón en aquellos tiempos como "Antiguo Choseon". 'Masutatsu' también puede pronunciarse 'baitatsu' en japonés.

Fue enviado a Manchuria para vivir en la granja de su hermana, debido a su rebeldía y a las continuas peleas con su padre, quien era considerado como líder de su comunidad, pero quien bebía mucho y golpeaba a su madre. A los 9 años empezó a estudiar una expresión sureña del arte marcial chino del chuan fa (el camino del puño o kempo, en japonés) o kung fu / wu shu. A la edad de 12 años volvió a Corea donde continuó su entrenamiento en artes marciales chinas. Más adelante viajó al Japón, a la ciudad de Tokio para convertirse en piloto, lo que no logró. Durante este tiempo empezó su instrucción en Boxeo occidental, lucha olímpica y Judo. Un día tras observar a unos estudiantes que estaban entrenando Karate, se interesó y fue a entrenar en este dojo, era la clase del maestro Gichin Funakoshi en la Universidad de Takushoku, donde él aprendió el estilo Shotokan de karate. Oyama, consideró al maestro Funakoshi, como la persona que le enseño la diferencia entre ser un peleador y llegar a ser un guerrero del Budo.

Su progreso en su entrenamiento fue muy impresionante, a los 17 años él era ya un Segundo Dan, y a los 20 obtuvo el Cuarto Dan. Durante este tiempo se interesó seriamente en el Judo, alcanzando también el grado de Cuarto Dan. En este tiempo entró el Dai Nihon Butokukai, una academia de entrenamiento para el Ejército Imperial Japonés, que se especializaba en la guerra anti-guerrilla, el espionaje, el combate cuerpo a cuerpo, y con armas de fuego. Oyama estuvo 2 años en esta organización dentro del grupo de Nagano que se disolvió con la llegada de los países aliados al Japón, al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

Posteriormente continuó su entrenamiento bajo la dirección de So Nei Chu, quien también era un ciudadano Coreano (de la misma provincia de Oyama) radicado en Japón, el cual era experto en el estilo Goju Ryu y discípulo del fundador del estilo en Japón, el maestro Chōjun Miyagi. Fue él quien incentivó a Oyama a emprender su retiro a las montañas para fortalecer sus habilidades técnicas y templar su espíritu. Fue acompañado por uno de sus propios estudiantes, pero después de seis meses de aislamiento, el estudiante huyó secretamente durante la noche. Oyama tuvo que continuar solo su vigoroso entrenamiento que llegó a ser aún más duro debido a la soledad. Fue en esos momentos que sintió deseos irresistibles de abandonar su entrenamiento y regresar a la civilización. Al saber esto el Maestro So Nei Chu le envió una carta a Sosai Oyama diciéndole que se afeitara una de sus cejas para suprimir su urgencia por regresar, debido a que esto le provocaría mucha vergüenza (dentro de la cultura oriental), y por supuesto que a Oyama no le gustaría que nadie lo viera bajo esas condiciones. Esto, junto con otras conmovedoras palabras lo convencieron para continuar con su entrenamiento, decidido a llegar a ser el más poderoso karateka en Japón, finalizó su entrenamiento después que 18 meses en las montañas.

Unos meses más tarde en 1947, después de volver a la civilización, probó sus habilidades en la división de Karate en el primer Campeonato Nacional de Artes Marciales, del Japón en la categoría sin peso; torneo del cual salió campeón. Sin embargo, él sentía aún un gran vacío en su vida debido a que no había completado los 3 años de aislamiento en las montañas. Bajo estas circunstancias decidió dedicar su vida completamente al karate, fue así como comenzó otra vez su aislamiento de la sociedad, esta vez escogió la montaña de Kiyozumi localizada en la Prefectura de Chiba. Él escogió este sitio por su ambiente y su paisaje, los cuales producían un levantamiento espiritual.

Desde entonces su entrenamiento llego a ser extremadamente riguroso, 12 horas al día, siete días a la semana, no dejaba días de descanso. Su entrenamiento consistía en sentarse a meditar bajo las frías aguas de las cascadas, luchando con animales salvajes, rompiendo árboles y piedras del río con sus manos, usado los árboles como makiwara / superficie para golpeo, saltando sobre las plantas de lino, a medida que estas crecían varios cientos de veces todos los días. En su entrenamiento diario incluyó también un período de estudio de los antiguos textos clásicos de las artes marciales basados en la filosofía Zen, y los escritos del famoso guerrero samurái Miyamoto Musashi. Oyama estructuró y perfeccionó no solamente un método de Karate propio, sino que también acondicionó su propia mente y cuerpo.
Después de dieciocho meses de riguroso entrenamiento bajó de la montaña, completamente seguro de sí mismo, y sintiéndose capaz de tomar total control de su vida.

En 1950, Sosai (o el fundador) Masutatsu Oyama comenzó a probar su poder combatiendo con toros. En total, él luchó con 52 toros, tres de los cuales murieron instantáneamente, y 49 fueron despojados de sus cuernos utilizando un golpe de mano sable ejecutado con el borde de la mano o (Shuto). En 1957, a la edad de 34, casi perdió su vida en México, cuando un toro le alcanzó a cornear, pero a pesar de los pronósticos de los médicos se recuperó.

En 1952, viajó por un año a Estados Unidos, demostrando su estilo de karate en vivo en la televisión nacional. Durante los años subsiguientes, Oyama aceptó todos desafíos que le presentaron, llegando a combatir con 270 diferentes luchadores, boxeadores y peleadores. La mayoría de estos combates los ganó de un solo golpe de puño. Los combates nunca duraban más de tres minutos, y la mayoría duró no más de unos pocos segundos. Oyama llegó a ser conocido como "Godhand", una manifestación viva de una máxima de los guerreros japoneses "Ichi geki, Hissatsu", o,"Un golpe, una muerte". Esta máxima representaba lo que el perseguía primeramente en las técnicas de Karate. Las técnicas complicadas de golpeo con pies eran secundarias para el (sin embargo también fue conocido por sus poderosas patadas altas).

En 1953, Sosai Oyama abrió su primera sala de entrenamiento en el camino del karate, o dojo, este era un sitio cubierto de césped en Mejiro, (Tokio). En 1956, el primer Dojo verdaderamente oficial se abrió en un local ubicado atrás de la Universidad de Rikkyo. En 1957, ya habían 700 miembros, a pesar del alto porcentaje de abandono debido a la dureza del entrenamiento. Los estudiantes de Oyama consideraban seriamente la práctica del combate libre o kumite. En ese entonces, se tenían muy pocas restricciones, atacar la cabeza era común, generalmente con los pies, con el talón de las palmas de las manos o con los puños. Los agarres, luxaciones y lanzamientos eran también comunes en sus prácticas, así como el manejo de las armas tradicionales del Kobudo de Okinawa.

En los años 60 y 70, la práctica se dirigió más hacia la parte deportiva tras la visita del maestro Oyama a Tailandia. Del antiguo arte y deporte de contacto del Muay Thai, Oyama trajo las patadas bajas con el hueso tibial, y algunas técnicas de golpeo con las rodillas.  Y tras un incidente más adelante en Japón, donde Oyama en un acto de legítima defensa dio muerte a un atacante quien lo atacó con un puñal, Oyama mediante un golpe tipo "uraken" le fracturó el cráneo. Tras el suceso, Oyama fue detenido y encarcelado un tiempo acusado de Homicidio Involuntario. Desde ese momento, al regresar a sus entrenamientos, prohibiría tajantemente golpear de hombros para arriba en los kumite, aun llevando protecciones en las manos. Decidió seguir con el contacto pleno, pero evitando golpear la cabeza o el rostro con el puño, o la mano abierta. Así el Karate Kyokushinkai, tomó el formato de hoy día en el que prevalecen las distancias cortas, los puñetazos al tronco, los rodillazos y las patadas altas, en los combates. Así como la práctica de rompimientos y de las formas tradicionales o kata, en su aspecto tradicional.

Fallecimiento


El 26 de abril de 1994 en Japón, a la edad de 70 años, Sosai Masutatsu Oyama falleció de cáncer de pulmón.


Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Masutatsu_Ōyama/

lunes, 14 de julio de 2014

Dojo Kun (Dojo Oath)


  1. Entrenaré firmemente mi corazón y mi cuerpo, para tener un espíritu inconmovible.
  2. Alimentaré la verdadera significación del arte marcial del Karate, para que en un debido tiempo, mis sentidos puedan actuar mejor.
  3. Con verdadero vigor procuraré cultivar, el espíritu de la abnegación.
  4. Observaré las reglas de cortesía y respeto a mis superiores y me abstendré de la violencia.
  5. Seguiré a mi Dios y eternas verdades y jamás olvidaré la verdadera virtud de la humildad.
  6. Miraré para lo alto para la sabiduría y el poder, no procurando otros deseos.
  7. Toda mi vida, a través de la disciplina del Karate, procuraré llenar la verdadera significación de la filosofía de la vida.

  OSUU!!!